Quizás estés pensando en cambiar de caldera o instalar una nueva en tu vivienda y te hayas preguntado cómo funciona una caldera de gas y qué ventajas e inconvenientes puede tener respecto a otros sistemas. En este artículo vamos a darte solución a estas cuestiones para saber qué caldera de gas elegir y cómo sacarle el mayor partido.
Tipos de calderas
En el mercado actual podemos encontrar diferentes tipos de calderas, el funcionamiento de todas ellas es prácticamente muy similar. No se puede decir que haya unas mejores o peores que otras, ya que esto dependerá principalmente de las necesidades de tu vivienda.
Caldera de gas natural
Las calderas de gas natural calientan el agua y la envían a los radiadores repartidos por la casa. Es un sistema muy versátil y polivalente, apto tanto para pisos pequeños como para grandes viviendas.
Ventajas de las calderas de gas natural
Una de las ventajas de este tipo de calderas es que el precio de su combustible no es muy elevado si lo comparamos con otros, por lo que es uno de los sistemas de calefacción más económicos.
Es un sistema muy cómodo de instalar y de utilizar, y además uno de los más eficientes. Con las calderas de gas natural no tienes que preocuparte por almacenar el combustible y el calor te llega casi al instante de forma homogénea.
Inconvenientes de las calderas de gas natural
Aunque este sistema tiene un gran número de ventajas, también tiene algún que otro inconveniente, y es que debes de vivir en un lugar donde el acceso al gas esté canalizado, y la verdad es que, aunque está presente en gran parte del territorio, aún hay puntos dónde no llega.
Y otro factor a tener en cuenta son los costes de mantenimiento y las revisiones periódicas que requieren, ya que son de carácter obligatorio. En Zetelek como Servicio Técnico Oficial de calderas somos los únicos homologados por el fabricante para poder hacerlo.
Calderas de gasoil y gas propano
Tienen un funcionamiento muy similar a las calderas de gas natural y son una alternativa a estas, en las zonas rurales o urbanizaciones donde la canalización del gas natural no llega. Funcionan mediante gasoil (gasóleo C) o gas propano, que tiene una potencia calorífica superior al gas natural.
El depósito de este tipo de calderas debe rellenarse una o dos veces al año, dependiendo del consumo que se haga y del tamaño del bidón.
Ventajas de las calderas de gasoil y gas propano
Cómo hemos citado, su principal ventaja es que no necesitas de ningún tipo de canalización para hacer uso de este tipo de instalaciones.
Inconvenientes de las calderas de gasoil y gas propano
Es una elección menos limpia y más contaminante. Podemos decir que es más cara que otros tipos de calderas, ya que el precio de su combustible ha subido mucho en los últimos años. Es un sistema poco eficiente.
Además, el hecho de acumular el combustible en un bidón en el exterior de la casa hace que sea un sistema menos seguro.
Calderas de biomasa y de pellets
Las calderas de biomasa utilizan materia orgánica para la producción de energía, por lo que resultan más económicas y sostenibles. Este tipo de calderas pueden llegar a suponerte un ahorro de hasta el 40% en tu factura de combustible.
En las calderas de pellets, la energía se produce a partir de la combustión de madera. Una gran alternativa a las calderas convencionales.
Ventajas de las calderas de biomasa y pellets
Son las más ecológicas y sostenibles, aportándote además un gran ahorro.
Inconvenientes de las calderas de biomasa y pellets
El principal inconveniente de este sito de sistemas es la necesidad de almacenar el combustible en un espacio para ello, en un lugar seco donde se conserve en buenas condiciones.
Ante toda esta información te preguntarás qué sistema de caldera te conviene más a ti. Lo cierto es que como te hemos dicho antes, no hay una única respuesta válida para esto, ya que dependerá de muchos factores como el tipo de vivienda que tengas y tus necesidades.
En los últimos años lo más habitual es la instalación de calderas de gas natural, para lo cual en Zetelek contamos con un plan renove especial para que puedas cambiar tu caldera por una mucho más sostenible y eficiente, adaptada a las necesidades de tu hogar.
Funcionamiento de las calderas de gas natural
Básicamente, las calderas de gas natural cuentan con un depósito, normalmente metálico, que contiene agua que se calienta gracias a la combustión de gas. Este agua caliente sale del depósito y se utiliza o bien para calentar los radiadores de la calefacción o para suministrar agua caliente sanitaria a la vivienda.
Profundizando un poco en esto, podemos decir que la caldera de gas se compone de dos compartimentos principales: el quemador y el intercambiador. El gas fluye hasta el quemador donde se origina la combustión. Junto al quemador pasa una tubería de agua que se calienta mediante el calor originado por la combustión del gas.
El agua caliente se distribuye por las tuberías instaladas en la vivienda, llegando a los radiadores y a los grifos, a la temperatura deseada.
Cómo utilizar la caldera de manera eficiente
Hay dos aspectos que resultan muy básicos pero que su desconocimiento hará que no saquemos el máximo provecho a nuestra caldera de gas.
El primero de ellos es saber a qué temperatura debo poner la caldera de gas.
¿A qué temperatura debe de estar la caldera?
En principio la temperatura de la caldera debería estar entre 55ºC y 70ºC. Esto dependerá de que los radiadores sean suficientes en la vivienda, que estén bien purgados, de que utilicemos un termostato para regular la temperatura de la calefacción, del tiempo que empleemos en ventilar la vivienda y por supuesto de la temperatura a la que tengamos regulada la calefacción.
¿A qué temperatura debe de estar la calefacción?
Por norma general la temperatura de una vivienda no debería de exceder de los 21ºC durante el día y de las 17ºC durante la noche.
¿A qué presión debe de estar la caldera?
En segundo lugar, tendríamos que saber a qué presión debe estar la caldera de gas. Esta es una de las causas más frecuentes de las averías de calderas de gas. Para que nuestra caldera funcione correctamente la presión debe de estar entre 1 y 1,5 bares.
No obstante, ante cualquier síntoma de mal funcionamiento de nuestra caldera es recomendable ponerse en contacto con Servicio Técnico Oficial del fabricante de la caldera.
Siguiendo estos consejos podrás conseguir una mayor eficiencia en tu consumo, rendimiento de tu caldera y ahorro energético.
Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda y te sirva para entender el funcionamiento de tu caldera, o si estás pensando en cambiarla por una nueva, conozcas el funcionamiento de este sistema.
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Nos vemos en nuestra próxima noticia.